Hace muchos años
la sociedad era diferente
el respeto y la amabilidad
era lo contundente,
eso lo escucho de mi padre,
a diario, frecuentemente.
Tiempo para acá,
la sociedad se ha vuelto indiferente,
ante el dolor o la necesidad de la gente.
“No es mi problema”,
es el lema de una sociedad imprudente,
que va por la vida si sentido aparente,
la sociedad va en declive,
se nota en el día a día,
hasta se premian canciones vacías,
mientras los valores se olvidan
y lo material está por encima.
El pensamiento colectivo,
ciertamente, involuciona,
me preguntó:
¿Cuando se perdió el sentido?
Quizá todo fue repentino
o ¿Es por la falsa libertad
del postmodernismo?,
no sé…, me ha tocado observarlo,
una sociedad vacía,
dónde lo bueno es penado
y lo malo realzado,
¿En qué la sociedad ha cambiado?
me pregunto absorto,
mientras mi pensamiento divaga,
tal vez, soy anticuado,
mis valores me han maniatado,
me respondo con ironía,
al tomar mi segundo café del día,
durante la tarde que rápido se fuga.
Romstine Cescutti (2021).