Tanta vida ya vivida,
tanta vida por vivir.
Será pronto primavera
el invierno queda atrás,
los fríos grises en el cielo,
desasosiegos que impone,
solo anhelo su final.
Aquí con este encierro,
mirando las paredes,
los muebles y los techos,
por favor yo ya no quiero
otro mes aquí recluso,
sintiendo día a día
cómo me envejezco.
Vida que ansío vivirla,
no vivirla preso aquí.
Quiero oler todas las flores,
escuchar los clamores,
caminando en el jardín;
mirando perros, las aves,
a los niños jugueteando,
y no en el pasillo paseando,
intentando ser feliz.
¡Déjenme! les digo, me protejo,
les aseguro que me cuido,
se empeñan mantenerme aislado;
del sol, de todo lo que amo,
sí ya sé que tengo ochenta
pero saludable como a mis sesenta.
Quiero más, yo se los pido
aunque sea solo un rato,
y no ver pasar mi vida
solamente en mi puerta,
parado, aislado.
¿Cuánta vida es que me queda?
Lo confieso, morir ya no me aqueja,
si así será hasta que muera,
quizá deba abrir la reja,
usar mi mascarilla
y de una vez por todas,
disfrutar la vida que aún me queda.
Una cosa sí les pido
que no se enfaden ya conmigo
Si egoístamente vivo
lo que hace tiempo no he vivido.