Yo era un cálculo al riñón,
un bucanero sin alma
que desconocía la calma
y flirteaba con dios…
el camino para cojos…
Un argentino sin pampa
Silvio libre, desde Tampa,
una última cuestión…
También fui un extranjero
que perdiendo los modales
por sombras de los portales,
se instruía en el amor…
más de bares que sus copas
diseñaba un mundo nuevo,
desde el albur pendenciero
y me rompieron la boca…
He cambiado tantas veces.
Gotas de felicidad,
horas que vienen y van
y me propuse volver…
tomé senda en el refrán
de la peña de Vicente,
que iba donde iba la gente,
pero me agoto, mi vida…
puse coto a la razón,
adquirí melancolía,
dosis de paciencia plena,
no vendiendo el corazón.
Y hoy, feliz como un entierro.
Voy prendiendo las palabras,
encajando sus huidas,
planeándome un destierro.
He puesto silla al ayer
con cojín de macramé,
libros para regalar.
Si los termino algún día…
Amanezco a las cinco
con liados y cafés,
careto de Corte Inglés
y sonetos incompletos…
Revisando algunas cosas,
voy quitando los acentos…
que le sobran a la muerte
en sus últimos momentos…
Ahora disparo de lejos,
tengo mas ratio de nadas
pero dicen que voy bien…
Que llegaremos muy lejos…
Sin complejos y acabando:
sigo siendo un bucanero,
con el alma hecha pedazos,
dios toma copas conmigo,
pero se pone peñazo
y me marcho a poner migas
en el camino de cojos…
nunca lo arreglaron bien .
Calculo como el primer día…
Silvio, cantando otras cosas…
Los argentinos, viste… se ganaron otra copa…
Vivo, feliz como un pez
al que le cambian el agua.
En la última cuestión…
Esperaré con vehemencia
la pandemia de peceras.
Deberían permitir el aullido
de los lobos…
Porque el lobo sigue aquí.
Nunca me he ido del todo…
Toman nota los espejos
que en noches de luna llena,
más de Panza que Quijano,
aullando me quito penas…
Pedro…de momento. Junio de 2023.