Estoy al frente del cañón como aquel soldado que sabe que va a sucumbir,
estoy perpleja, y solo una manta logra tapar mi incertidumbre.
Hace frío, y el viento habla en lenguas. No logro entenderle
no logro hablarle, pero mi alma reza por mí.
Estoy sin llanto, ya no hay lágrimas
que impidan mi pureza.
En medio de todo,
soy libre.
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Muy lindo. Abrazos cariñosos.
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Perfecto! Profundo y con unas imágenes preciosas !!
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Gracias por tus comentarios.
Abrazos!
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Genial que te haya gustado!