Quien sabe si conciencia y subconsciente
dependen a la par del propio instinto
cuando a reaccionar el amor propio
nos conduce de frente
por este laberinto.
Quizás se necesite un telescopio
para mirar el corazón por dentro,
porque si dado el caso, del asunto
yo igual hiciera acopio
a dudarlo no entro.
No obstante muchas veces me pregunto
si el quid de la cuestión
siempre en guardia nos pone,
si es que siendo de palo el corazón
explica por qué al punto
a veces no razone.