Soneto.- quiera el diablo que el hambre no nos cace

Quiera el diablo que el hambre no nos cace
de nuevo lejos del pesebre, chico,
cuando pasando hambre aún me pico
al ver que Dios por terco me rechace.

Y es que si pobre, tanta gente nace
de reojos le mira siempre al rico,
asunto que sin pegas certifico
aunque a diario la piel me despedace.

Y es que por el sistema castigados
al poder debatimos con poemas
maldiciendo con versos nuestra suerte,

pues escribiendo al fin nos saludamos
viendo que quien evita los problemas
sin agobios afronta ya la muerte.

3 Me gusta