Quien tarde se levanta, todo el día
trota, suele decirnos la experiencia,
si tomando el refrán de referencia
suscribirlo de veras convendría.
Quizás dicho con sorna e ironía
conviene analizarlo hoy en su esencia,
por si cualquier absurda negligencia
serio motivo de sanción sería.
Muchas veces quizás en la distancia
al salvo nos sentimos, porque ufanos
tejemos a placer fuera del lodo,
y quien sabe si igual con elegancia
alguien nos niega un apretón de manos
aunque se rece a Dios codo con codo.