Que me organicen por favor la vida
cumplidos los setenta yo no quiero,
porque a mi bola aún seguir prefiero
aunque acusarme puedan de suicida.
Pues siendo mi existencia entretenida
y conservándome bastante entero,
me incordia que me pongan hoy un pero
si la ocasión no fuese merecida.
Será que siendo terco y exigente
con fruslerías no me como el coco
pensando de la noche a la mañana,
si pudiendo pecar de indiferente
lo que piensen de mí me importa poco
logrando hacer lo que me dé la gana.