Soneto.- no me jacto jamás de ser prudente

No me jacto jamás de ser prudente
cuando contra los capos arremeto,
pues al no merecer ningún respeto
hincarle deberíamos el diente.

Con lo que digo soy muy consecuente,
pues jugándome mucho el esqueleto
mudo no logro yo quedarme quieto,
siendo del tema como soy consciente.

A saber si no estando en sus cabales
aún la historia con rencor se escribe
según el interés del poderoso,

que siendo los que pierden los rivales
de discutirlo el mundo igual se inhibe
mientras resulte incierto y peligroso.

2 Me gusta