“El arte de vencer “ según Simón
Bolibar, ya “se aprende en las derrotas”,
quizás porque tomando se van notas
que a tiempo avisan de cualquier marrón.
Pues aprender se puede mogollón
a no ser que se sea un cabezotas,
que sin saber atarse aún las botas
le importa todo fácil un melón.
Por eso si soñando nos perdemos
pensando que seremos muy felices
lo podremos pagar bastante caro,
porque si tan locuaces nos volvemos
contra el suelo ya iremos de narices
ajenos a cualquier tipo de amparo.