Después de haber amado con regusto
a cuantos corazones he acogido,
no quisiera sentirme entrometido
pensando que no fui con ellos justo.
Pues habiendo reído un rato a gusto
hoy me podría dar por ofendido,
si por dejar con manchas mi apellido
en soledad muriese yo del susto.
Y porque recordar me satisface
daños al prójimo jamás pretendo
hablando de este tipo de negocios,
porque a nadie ninguna gracia hace,
por favor, que perdone si le ofendo,
en asuntos de amor contar con socios.