Creí estar solo;
ahora no es así.
Me ofreciste una compañía
donde ser yo podía.
Mas la rechacé una…
una y dos veces.
Creí estar loco;
ahora lo sé.
¿Cómo regreso la arena que cayó?
Mi vida volvió a ser una habitación con las luces apagadas.
Quiero volver a ver los colores que hay a mi alrededor.
Lo intento,
de verdad lo intento.
Ninguno quiere revivir si no estás tú.
Vuelve una vez más.
Nunca creí en que la tercera es la vencida,
hasta hoy.
Este espacio urge de tu colorear;
de tus trazos más allá del papel.
Dibuja en cada rincón de mi alma:
desde campos elíseos hasta inframundos.
Dibuja,
que cada rincón de mis confines
solo pintura de tus pinceles quiere.
No tienes ninguna restricción.
Fecunda un portal;
yo esculpiré «hacia el amor» sobre él.
Seamos los primeros en atravesarlo;
los únicos.
Perdámonos ahí,
que yo escribiré caminos en ti
y tú me guiarás
y yo te cuidaré;
te amaré.
Solo tienes que volver.
Solo una vez más.
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Me halagan y encantan sus palabras, sobre todo porque son de alguien que escribe como lo hace usted, poeta. 
Abrazo poético. 