De noche, cuando alzas
tus dos bellos horizontes,
sé que te estás perdiendo
en la senda que dejaste atrás,
pero esos ojos tuyos,
heridos por el pasado,
no están hechos para llorar,
no están hechos para llorar.
La noche se extenderá profunda,
pero, quien sabe buscar,
prolongará su anhelo
hasta tocar la luz del día,
donde esperará una melodía,
para que la puedas llevar
en el borde de los ojos,
como una tibia ilusión.
Y entonces ves que la vida
hace magia con tu cuerpo.
Esa lluvia de estrellas
que llevabas dentro,
estalla en tu universo,
y es cuando la piel
se te hace tuya para siempre,
sin nombre que la limite.
Y te dirás entonces que tú
podrás ser lo que quieras ser.
Serás como la lluvia,
como el viento, como el sol.
Y volarás libre cuando sepas
que las penas que cargas
no te pertenecen,
y que los sueños son tuyos
si los sabes hacer.
Duerme ahora y con una sonrisa
llena tus ojos de luz,
llena tus ojos de vida
llena tus ojos de ilusión.
Vive con los pies sobre la tierra
y extiende tus alas al cielo.
Para llenar el universo de ti.
Solo tú, solo tú, solo tú.
Probando la noche.
Solo tú, solo tú, solo tú.
Tocando el día.
Solo tú, solo tú, solo, tú.
Pateando las palabras.
Solo tú, solo tú, solo tú.
Deshaciendo las sombras
Solo tú.
Andando tu vida.
Solo tú.
Sin parar…