Sabré esperar, amor; podré aguardarte.
Tengo el alma sembrada en tus laderas
mientras la dulzura del mundo me rodea.
Se despereza el cuerpo en sus rincones,
la luna no se cansa de mirarme
y me nacen dos alas como estrellas.
Sabré esperar amor, en las esferas,
con mis ojos en un rincón tranquilo
y con el trago de amor en la garganta.
Mientras te espero, el agua se derrama
y canta una alondra en la ventana.
Escucho tu voz trovar a ruego
y dos lágrimas verdes se resbalan.
Te espero amor, mientras el cielo mira
y un clavel del jardín, espera…espera…