Si pudieras verte
por el cielo de mi piel
dulce y fulgurante
como una estrella de miel.
Dejaría de aullarle a la luna los fragmentos
de mis letras desde tan lejos
y no me moriría como se mueren las medusas
cuando se miran en los espejos.
Estás en mi carne,
como la sal en el mar,
como el agua que a la piedra
siempre busca magullar.
Un disturbio de silencios perturbados
en el insomnio se manifiestan.
Como fantasmas retumban en mí
sin hallar respuestas.
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Sinmi
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Uff romanticamente hermoso. Abrazos cariñosos.
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Deisak
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Atractivo y elegante estos versos, con mucha gracia, y creatividad. Gracias por regalarnos tu inspiración, saludo con compañerismo poeta.
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Gracias por tu lectura y bellas palabras. Te mando un abrazo,Deisak.
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Me alegra que te haya gustado, Sinmi. Te mando otro abrazo.
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Oh, una hermosura de poema!! No lo había leído, amigo!
Me alegra que te decidas a publicar, me gusta leerte. Abrazos fuertes, Martín!