No es importante
no es necesario
porque nada va a cambiar,
mañana el Sol va a salir intacto.
Hay tantas tempestades terribles
tantos dolores repulsivos
tantas atrocidades con prestigio
tanto pesar preeminente
Está deshaciendo una flor
arrancando trocitos tan pequeños
que cuando acabe nadie sabrá de qué se trata,
quiere robarle el color, la esencia. La vida.
La belleza.
Está intentando llorar
sentir algo
poder hacerlo suyo
el dolor o la tristeza
el lamento o el naufragio
Nada.
Le aprieta el zapato izquierdo,
qué banalidad
se asoma a un espejo
que le devuelve una sombra
que le proyecta su cara
¿Su cara?
No lleva maquillaje
Tendrá que ponerse un poco.
Es frívolo. Lo piensa. No lo siente.
Ha cogido el bolso
no hay una carta dentro,
hay una foto,
un libro,
otra rosa que deshojar en el momento exacto.
Un botecito de colonia, pequeño
un perfume vulgar.
Nada.
Salió. El ruido al cerrar le desveló
el momento de paz
y ha demorado un instante,
hace un gesto de fastidio.
No hay llaves
porque no hay vuelta.
Hurga en sus escasas pertenencias
Lleva todo
Puede palpar claramente
la caja de diazepam. Suficiente.
Eso espera.
Nada más.