Navegando la oscuridad del tiempo
a lo lejos observo tu cuerpo
y en el frio espacio
donde todo se hace más lento,
imagino tus besos eternos
que siempre me hicieron florecer.
Dibujo en mi mente una botella
lanzándola al océano del espacio
orando lleve hasta tu orilla
la silueta de mi ser.
Navegará distancias conocidas:
la mía hasta ti,
y también inexploradas:
el resto del mundo si es necesario,
sorteando cualquier obstáculo
para llegar a tus manos
de fuego y calor.
Allá, en esa orilla lejana
estarás tú viendo en las olas
un brillo diferente
que de pronto tendrás a tus pies.
Abrazarás el mensaje
al destapar la botella,
abrazarás el perfume y los besos
de esos labios suaves y tibios
que una vez exploraron tu piel.
Abrazarás mis sensaciones
y desnudarás tu soledad
para vestirte con mi ser.
Será un abrigo tan dulce,
tan cálido y fuerte
que se volverá
tu refugio al anochecer.
Y luego,
ya pronto al abrir tus ojos
me verás contigo como siempre fue.
