Ella respiró hondo por enésima vez mientras miraba su reflejo ansioso en el espejo. Ella estaba decidida a decírselo finalmente, su amor debía ser pronunciado de su propia boca después de tantas miradas, suspiros y películas imaginarias. Su amor por él la consumía por dentro. Era ahora o nunca.
Salió del baño decidida aunque algo nerviosa y asustada pero no había vuelta atrás. Sus ojos localizaron a su objetivo quién tenía su mirada ocupada en un libro. A medida que sus pasos la acercaban hacia donde él se encontraba podía sentir el tambor acelerado de sus latidos y sus sudorosas manos de mantequilla.
Antes de poder retractarse ella ya se encontraba parada en frente de él completamente estática sin saber tan siquiera si podría o no articular una palabra.
El chico levantó su neutra mirada hacia la chica esperando palabra alguna de su parte.
-Yo…solo quería decirte…- balbuceó con el corazón en la garganta mientras el chico la seguía observando expectante- g-gracias por prestarme el lápiz…-soltó finalmente de sus labios
“¿Que diablos había sido eso?” - pensó
Él sonrió diciendo un “de nada” con la mirada al mismo tiempo en que la pobre chica sonrió casi en una mueca para darse la media vuelta mientras su mente le recriminaba y repetía “cobarde” como un mantra por una vez más guardar sus sentimientos en el mismo cajón.
