-
¿Dónde está?
-
No lo sé.
-
¿No lo sabes?
-
No
-
¿No te lo cuenta todo?
-
No. Y eso nos da la oportunidad de reencontrarnos estando juntos.
…
No necesito saberlo todo de ti.
Prefiero que me lo cuentes tú,
con ilusión y al oído,
cuando nos cruzamos por el pasillo de casa.