Se viste el bosque
de farra y de verbena
para los ojos.
Y es que el otoño,
nos deja estas sorpresas
con sus colores.
Se nos transforman
los bosques en preludios
de sinfonías,
Cantan las aves,
en tonos apagados,
tras el verano.
Y hasta los ríos,
que bajan, nos obsequian
con sus canciones.
Cantan los labios
del hombre enamorado
y del poeta.
Yo veo el cuadro
y sueño, con tus ojos,
para llevarlo.
Para decirte
que sobran las palabras
para soñar.
Y que si quieres
los labios del otoño,
toma mi beso.
Rafael Sánchez Ortega ©
14/11/21