Sabiduría y pasión desmedida

Insistente, terca, necia
Aceptar o Excusa: La necedad del dolor en abandono como Sabiduría

Quien soy yo para intentar cambiar tu destino
y no precisamente porque mis actos te reclaman,
y a ti… tu abrupta pero necesaria decisión
Sino porque por mi causa
tu destino viró alejándote de mi
busco e imagino mil salidas
todas en ellas, yo incluida,
pero que tu ser de mí, no quiere saber más
si irónicamente gracias a mí,
tu destino ha cambiado
aunque mi sombra te ampare y acoja
aunque sea buena, aunque sea mala,
en la distancia solemne y despiadada
que lapida mi alma pero que no muere
maltrecha y apaleada mi esperanza
anidada continua dando tumbos
Sin embargo lo he dicho tantas veces
que ya estoy harta de decirlo hasta el cansancio
antes de partir ya te habías marchado
tu abandono era innegable
por lo que te juzgo aunque pretenda ignorarlo.

No sé qué vendaval borro esos enormes
sentimientos que hacia mí, proclamabas,
o fue el horror de un miedo macabro que te poseía
haciéndote indefenso, inestable, vulnerable,
en modo alerta y con todas las alarmas prendidas
que por un amor surgió, una mujer es la causa
y como reacción de supervivencia
arrasar cualquier vínculo y sentimiento,
así hallarías paz y refugio en el exilio.

He migrado de mi corazón en busca de tu destino
porque huyo de mí, con tal de encontrarte
me olvido de mí y mi mundo se vuelve tú al instante
dejando de ser yo, por encontrarte
y encontrarte no es más que hallar en ti
un atisbo de reflejo de mis actos, una respuesta tuya
que haga que mis deseos se cumplan
mi imagen en tu mirada que no se refleja
ni en tu corazón ni en tu alma,
que no soy yo precisamente
pues he dejado de ser para atraparte
y sigo aquí al frente tuyo
cual responsable como si realmente
mis actos me obligaran a socorrerte
la deuda se acrecienta buscando paz y calma
que pago para alivianar mi alma,
sin sospecha ni deuda que en el tiempo valga,
pues es más un acto de amor
aunque deuda y manipulación parezca
que no espero nada,
más tu lejanía es suficiente paga,
a enseñar viniste y eso aprendo,
aunque con lágrimas escriba… de dolor infinito…
en cada palabra y sentimiento.

Más mi palabra es mi fortaleza
y a ella siempre fiel…, ¡Ser!, debo
porque a mí misma, ser fiel… me debo
aunque has tomado tus decisiones,
abandonarte no puedo,
nada me obliga, más el amor sigue siendo certero,
manto cálido, que en su regazo te acoge,
protegiéndote, llegando incluso a tu morada,
¡cuidado! que su calor no te apapache;
Tanto, que moverte no quisieras
pues por tu propio bien librarte de él debieras,
que mi luz ya no te ilumina
ni el calor de mi cuerpo te calienta
o tal vez te ilumina mas no como pareja.

Mil locuras atraviesan mi mente
en un avión huyo… al cerrar mis ojos
he dilucidado viajes infinitos,
Atravesando mares y desiertos
he viajado a través de las montañas, valles y ríos,
buscando escapar de esta realidad que me agobia
pero que cada vez sofoco más y más.

El llanto desbocado se ha ido
sin embargo las lágrimas siguen escapando
mientras van rodando por mis mejillas
en un intento por no dejar deudas en mi conciencia
y en mis actos… trato de persuadirte de tu pérdida
más tú no has perdido nada
porque nada se pierde cuando no se valora
cuando no se añora, ni extraña
mis actos solo intentan sofocar mis tormentos
a sabiendas de cuanto valgo
que ni el oro puede calcular mi peso, en valor.

De tanto extrañarte me sofoco
en intempestiva calma
aceptar es la razón de tanta bondad,
que el dolor ya no duele tanto
pues el bálsamo cobija en austera desesperanza,
la que se arraiga en el fundamento
de la paz que por fin brinda el aceptar.

Después de inventar mil planes, presupuestos,
proyecciones en imperecedero…
de contártelos y ofrecerte hasta el infinito
que ni cuenta te has dado
de todo lo planteado y planeado,
esperarte quisiera, más mi ímpetu
aventurero no lo permite
y no porque no pueda
porque para que esperar en vano, el tiempo perdido,
que como dice mi madre, los santos lo lloran
la vida, todo da, todo entrega
y en esa promesa se basa tu argumento
que si la vida lo permite más adelante estar juntos,
esa será otra historia que contar,
una nueva experiencia que vivir,
si la vida nos permite regresar,
yo ya no seré la misma y por supuesto,
tu tampoco el mismo, ni física, ni espiritualmente,
ni emocional, ni comportamentalmente,
más en esencia seremos los mismos,
solo que ese converger no lo veo posible,
cada cual siga su camino.

Prefiero seguir mi camino, sin esperanzas, ni expectativas
evitarme frustraciones y prolongar esta agonía
que si la vida nos junta pues será cosa de la vida
más no de dolores sometidos a largas filas de segundos
que mueren a cada instante reposando,
en la espera de la esperanza… estancada y rota,
¡velada!.. sombría, vívida, como carrusel
o montaña rusa en los sinfines de las emociones,
arriba y abajo, cual juego al azar imperfecto
tiempos perdidos, para lapidarse en el olvido
de quien el anhelo reposa como ilusión somera,
mis brazos caídos por fin has obtenido
y aunque mil veces he hablado de partir
esta vez por los actos notaras mi ausencia.

La misma que da la razón de mis actos silenciados en tu vida
hay dos o tres cosas pendientes,
promesas que te he hecho y que cumpliré
y una que en mi mente se gesta complaciente, don celestial
que del paladar quisiera disponer a tu mesa
tal vez se cumpla tal vez no, ¡no lo sé!
más mi ímpetu así me empuja a hacerlo
aunque sea lo último q haga por esa relación
que un rayo fulminante descargó en un día de noviembre
y que murió en ti a los tres días para un definitivo, sin justa causa.

Trato de entenderte pero te juzgo
pues justa causa si hay, que no acepto, ignorando
y ajusticio sin piedad, sin entender tus necesidades
y tus angustiadas e intempestivas luchas.

Un monstruo se apodera de ti,
siendo tu mejor lucha y batalla, huyes…,
que huir no es cobardía eso dice el dicho,
más mis actos siguen recriminándote y ajusticiándote,
¿Más que el amor que todo lo puede dónde está?
¿Porqué murió? ¿Entonces fue que en verdad no existió?
o más bien es su justa causa, pero un amor no muere
intempestivamente de la noche a la mañana,
menos de un momento para otro,
o tal vez sí la estocada de lo malo y absurdo
fue quien asfixio tanto amor en un instante.

Ya tu rumbo sigues, ya tu extensa calma,
baldía esta mi suerte que añora una esperanza
más la esperanza ya ha muerto ante semejante panorama
que allí donde hubo tanto fuego, amor, ternura y pasión,
hoy ahí no queda nada, o tal vez si,
recuerdos infinitos y deseos reprimidos
que se mojan entre las ganas,
los míos que brotan incipientes…
desgarradoras almas, que cubren mi cuerpo
desfogando intensidad infinita
me atrapan, ahogan, me arrastran a ti
en llamas me envuelvo y la pasión convertida,
en nevada, fría y lúgubre… congeladas ansias…
enfriadas con el mazo de la realidad,
que como espuma sube y como agua fría baja.

La vida sigue y así mismo el compás de la marcha
muchos sueños turbulentos tuve esta noche
de primero de enero de cualquier año
que me atormentan y estresan sin saber su significado
solo espero y me resguardo en Dios
que me proteja de malos augurios,
si ellos representaran eso.

5 Me gusta