Entro en mi calabozo
de clavos presuntuosos y dominantes
bebo del claro de luna
vivaz en mi lucida imagen.
Alguien que no soy yo
alguien que no me conoce
alguien que goza mi hambre.
Duelen mis dedos, y escribo poco
imagino convaleciente, y existo preso
donde duelen mis ojos, llora mi lastima
el artista es un preso,
y su alma es plástica.