Rory

Como escritora tengo muchos álter egos, todo lo que he escrito desde 2012 tiene protagonistas, aunque no se nombren o se describan, están omnipresentes. A pesar de eso, nunca me he planteado escribir sobre un álter ego real: Rory.

Rory es mi apodo, uno de ellos, pero también es la otra versión de mí que no me hace sentir como yo. Soy yo en un día malo, es mi versión más ansiosa, más cansada, más nerviosa, y creo que se merecía un poema.

nunca había visto
un vacío tan lleno,
no he hecho más que mirar a la nada
y lo peor es que no he visto nada
que no conozca y ocupe
muebles invisibles de mi habitación,
he mirado a la pared
y el gotelé se ha convertido en braille
y una historia que me gusta pensar
como celestial
porque todos los puntos se conectaban
como constelaciones;
una historia caída del cielo
en un piso de ciudad.

sé que ella está aquí
pero dormimos en camas separadas
excepto cuando tiene ansiedad
por separación,
la ironía de que la ansiedad
tenga miedo a separarse de sí misma:
es la imagen del amor propio
más egoísta.
sé que ella está aquí
porque se mueve por mi estómago
como las mariposas
de un pánico que desearía
que fuese bisexual y no del entorno,
preferiría estar pensado en chicas
pero en cambio
me encuentro pensado
por qué no puedo hacer más.

sé que ella está aquí
pero no le he puesto nombre,
me necesita tanto como yo a ella
porque necesito escribir
tanto como ella existir,
las tormentas siempre me han
sentado mejor
y ella es el trauma que ningún psicólogo
llamaría así;
sólo sé que apareció un día
y no se fue,
es la versión que me hace ser
una espectadora de mí.

me habla por las noches
y no me permite dejar un poema sin terminar,
me castiga quitándome
los versos que cambiarían el mundo,
nunca se detiene
cuando yo no me muevo,
siempre ve los detalles de los árboles,
los pequeños gestos que solo
los amantes son capaces de ver;
sabe que siempre podremos hacer algo
porque actúa como una niña
con un subidón de azúcar,
porque nunca cierra los ojos
y si yo lo hago,
aparece en sueños
y enciende una luz
para recordarme que mi cuerpo
también es su casa.

hoy tenía todas las luces
encendidas
y parecía una casa en Navidad,
un centro comercial en invierno,
la cabaña en mitad del verano
en un lago,
las sirenas de las ambulancias
que suben mi calle;
hoy tenía todas las luces encendidas
y se hacían un nudo en la cabeza,
sólo podía tocar la mesa
y las abolladuras de los libros
que se han caído,
de las estanterías que han vencido,
como del árbol de donde proviene:
no olvida sus orígenes.

había una estría marrón
y círculos en escalas
que empecé a trazar con el dedo
hasta que se borraron,
me pregunté si habría ganado
los años que la madera tenía
y mi existencia se hizo más pesada;
¿qué haría con tanto tiempo
si el que tengo ahora parece no acabar nunca,
si se lo llevará todo ella
y a mí me tirará como un cigarro
en la autovía?

el mejor cumplido
que alguien me ha dicho
es que merezco descansar,
ella está aquí y quiero llamarla por mi nombre,
Rory sabe que hoy no quiero salir a jugar
y le ha dicho al mundo que estoy con fiebre alta
por la apatía que parece una gripe de niños
porque todos parecen
estar infectados últimamente;
Rory está por los pasillos,
por mis ojos,
por los espejos y en cada paso,
ella siempre está,
pero merezco descansar.

My Own Person - Smoothboi Ezra

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Fascinado por el marco psico/contextual —aplaudo.

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Muchas gracias! Me alegro de que te haya gustado!