¿Hacen falta acaso
100 horas de memoria turbia
para pescar con un sedal
porqué sufro, porqué lloro,
porqué río, porqué canto?
¿Es acaso la emoción
un pájaro transmutativo
que tiembla creando olas
en el agua de mi mundo?
O ¿soy yo la vara que vibra
contra la corriente del tiempo
y mis ondas que se reflejan
son el universo que miro?
Tal vez es… que solo siento
la luz que reverbera
en el páramo del estío
observando esa roja rosa…
que no pregunta
y se deja marchitar
sin una queja ni lamento.
Pixabay/FreeImages
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