No te equivocas, ocurrió de verdad hace un par de días en el autobús de vuelta a casa, ese desconocido se sentó a mi lado y conversamos en calma… para mí fue muy bondadoso, el mejor regalo en mucho tiempo. Quería escribir algo, pero me ha costado transmitir esa bondad, ese ser humano precioso y el encuentro… Gracias, Aurora, desde mi calma… gracias!
Hay momentos en los que nos sentimos cercanos a gente extraña, cuando nos reconocemos en ellos, es bueno aveces no esquivarlos y compartir inquietudes.
Bonita imagen en tus versos.
Un abrazo.
Ai, Lidia, estoy volviendo poco a poco, como espero que tú también. Nos ha dado fuerte la vida estos meses a las dos, y tú sigues aquí a mi lado. Gracias, eres hermosa
Y ese momento siempre es mágico.
Nada en común y compartiendo todo en un segundo.
Y tú atrapándolo al vuelo para sentirlo, para escribirlo.
Por lo tanto, la magia eres tú.