Entre cielos despejados
que enseñan
la tregua
de la lluvia.
A costo de
fría brisa
soy testigo
de este tratado.
Y en mis ojos
se graban las
hojas amarillas.
El pasto reflejado
por lucecillas
rayos de sol
que no incomodan
al rocío.
Y entre los duraznos
que han mudado
sus vestidos.
También me desprendo
del mundo vacío.
Aquí es donde me encuentro
mi cimiento.
Con la vista
en el cielo
donde he crecido
donde mi Creador
me ha sujeto.
Sujeta al canto
de los tiuques
que van volando
entre alguna copa
de un árbol.
Sujeta a los matices
de los montes
de este lugar cercado.
Sujeta al espejismo celeste
expansión entre aguas
y mi mente allí navegando.
Sujeta al eco de mis amados
sujeta a los aromas
de lo existente
a mañana, corteza
pasto mojado, flores
frío, destellos de sol.
Todos regalos
remedios
voces
llamados
del Alfa y Omega
que me sustenta
que me vuelve a la vida
justo aquí
mi buena tierra
cuando he marchitado.
Más que bueno, es divino ese poema.
Sus versos son invocaciones terrenales, surgen de las profundidades de La Madre tierra, siempre vivificante, creadora y agradecida de lo que hace…, orgullosa de contemplar las bellezas que drinda y cuida hasta que decide renovarlas despues de acogerlas en su seno nuevamente para seguir creando…
Me encantó
Abrazo
@Sinmi@Saltamontes
Que amables muchas gracias por gustar de este poema.
La verdad es que lo escribi en un tiempo que estuve muy triste, en desolación, y justo por la pandemia volvi a casa donde creci y me encontre con mi Dios Jesús el Creador quien me ha ayudado y sostenido❤
