Regresó
con esa mueca impermeable,
en silencio.
Como si nada hubiera pasado
en ese intervalo agónico
de recelos y torbellinos.
Llevaba barro en el alma,
batallas perdidas
en callejones donde el corazón
se perdía entre la basura.
Regresó
y volví a abrazarla
aunque su piel fuera otra.
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Preciosos versos, ese regreso tan lleno del ayer pero con un volver a empezar, poeta!!!
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Precioso poema, Josele.
Mucho tiempo sin verte por aquí. Me alegra tu vuelta.
Abrazo.
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Muchas gracias, espero que no pase tanto tiempo hasta la siguiente.
Yo también me alegro de que te guste y de que estés ahí… escribiendo tan bien.
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