A veces regresas
con ecos tan suaves
que caben en algún equipaje.
No hace falta que digas
de dónde es que retornas…
Tu presencia es como brisa
que parece que mueve las
cortinas de la casa.
En todo momento deseaba
que volvieras: Cuando doblaba
una manta, cuando el cielo se
teñía de color violeta…
Entonces llegabas, como quien
vuelve, pero no toca la puerta.
Hay reencuentros que no quieren
ningún ruido.
Solo buscan un lugar apacible
para quedarse un rato.
L.G.
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Qué bonito cierre Lucia. Un placer volver a leerte por aquí.
Un abrazo y feliz domingo¡
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¡Una definición maravillosa! ¡También calza perfectamente con algunos recuerdos, que vienen solamente para “estar”, sin alzar la cabeza ni hacer aspavientos!
¡Me ha gustado mucho tu poema @luciagomez1956!

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Gracias, querida María. Un abrazo.
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Aplaudo, en mi interior, aquella pausa.
Excelente.
Un gran saludo @luciagomez1956
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Predigistacion y embeleso
maravilloso el reencuentro
por tu regreso.
Espero que el lugar sea apacible
y puedas quedarte por un rato.
Como acostumbra el gato
hacer la soledad un imposible
Aplausos
contento de leerte.
Buenos días, Lucía.
Estoy contigo, hay momentos en que no necesitamos ningún ruido.
Que tengas un buen día.
Saludos.