Como odio soñar así,
todo tan hermoso y febril,
con un paisaje aguamarina,
una mirada brillante,
una voz amable
y unos brazos de otro tiempo
que me quieren abrazar.
Lo más horrible y obscuro,
las demandas del vacío de mi alma
que me impiden la paz,
es
la realidad,
tener que despertar,
tener estos sueños
que soportar