Querido hermano

“Pero sigo buscando maneras
de ser agua
en un río cortado”
Francesco Cajiao

Querido Rmeahno
Ya es la hora que acordamos
Y que hoy por hoy desconoces*
A la par con mi ventrílocuo
Desde que empacaste
Arrancaste* las cortinas
(De a esta ahora mi camarote)
Le he puesto seguro a la ventana
Talco a las rejas
El Eclipse se cierne en temporal
Sobre el viejo campanario
Que cromosoma
Ladra* en vivo que se propaga
El silencio
El incendio* izado a medio mástil
Belobog… pero ¿por qué vistes de negro con este sol?
¿Por qué de pronto… se te entrecortan las lágrimas?
Si hoy es mi cumpleaños
Mi centenario*
Y que las visitas
Los colonos* se retiren sus calzados
Que respeten el heno
El estiércol* del cuervo paterno
A las cegueras
¿Es que desconocen nuestro lema:
“Las pastillas para el enfermo,
Las flores para el florero”?
¿Desconocen ellos… nuestro blasón de huesos?
Pero he abandonado
La ingesta de barro, Caín
La ingesta de piedras*
He volteado el retrato de todos nosotros
A la pared
Para que no se vayan a romper la cabeza
Estropear la cruz de ceniza*
Con el blindaje
Para que no se les ocurra entrar**
Si la aspa
Manecilla* de la quinta pared
No me está apuntando
Al píleo ni al mentón
¿No recuerdas el matarelojes que nos regaló Dios?
Pues aquel condominio nuestro
Nunca tuvo zancas de gallo
O talares
Peor pezuñas mangle-resistentes
La puerta daba a otra puerta
Nos contentábamos con ver la maleza
Los plecos del reloj de arena
¿Los sermones y el Feng Shui recuerdas?
Los cuatro puntos cardinales
No nos miraban entonces con recelo
El norte era el Norte
Oh, Cástor, cómo extraño la naranja
(No lo naranja) en mis labios
Aquella usanza
Aquella travesura* del abuelo
Que tanto nos enseñó a rebelarnos
A automedicarnos*
La papa rayada
Para cuando abusemos del perejil
La rama de palma
Para cuando estemos
A destiempo
El amor en bruto/
/El amor a lo bruto
Para cuando estemos condenados
Al cañar de la madera:
“¡Aquí no hay Primavera!
Sólo Invierno y Verano
¡Niflheim y Muspelheim!
Tierras sin rellano
Reinos sin amparo”
Oh, Angelo, Saturno encarnado
Por mis párpados
Espanta a la araña que mendiga
Por favor
Mi escarabeo
Que de viejos te presté
Devuélvemelo
Rómulo, por favor, subamos de la mano
Del pellejo*
A los jardines colgantes
A ver a las iguanas
A la garza de los rubíes dilatados
Pero esconde primero
La huevera a medio llenar
Que mi duende
Del tendedero pende
¿Recuerdas aquellas tardes de ajedrez improvisado?
¿Con las peonías de tu nostalgia aún sin brackets?
¿El borbotón con todo y moco?
¿La vinagreta al alcance de los palillos?
Recuerdas
¿Nuestra maratón de los dientes de leche?
¿A ver quién llegaba a parecerse al nieto de uno?
¿Nuestras muelas mitas* de tantas poses?
¿Recuerdas que pensábamos que eran como las flores…
Y que volverían a crecernos luego
Una y otra vez… como aquella vez?
Incontados
Autodesquites de tamos
Y correazos
Y dolores de diestra
Y turbulencias
A los solitones piedrazos
Que me convidabas manzanas ¿recuerdas?
Enjambres de muecas que nos descanaban
Desmantan* el capote
De inoportuna herencia
Oh, Mario, tu abuela
Mi abuela* que me hacía falta tanto
Que en servilletas
A mi madre en brazos se le apareciese
Y tú en el portal respetando mi puesto
Nunca me traicionaste con ser el anteprimero
De toda la rotación en cadena
Si cuando hablaba yo a solas era contigo
Esperando una respuesta dactilar
Acostumbrándome al silencio
A la plasticidad
A la siguiente pregunta
¿Cuándo podrás responderme La Pregunta?
¿O es que debo domar blanquear* tus corchetes?
¿Es eso o debo responder por ti, Filomela?
O mejor no te molesto
Nunca fuiste de responder
De mondos siempre fuiste
Y quizá llegamos a un malentendido
Sobre mí
Sobre ti*
Sobre todo**
El luthier no tensó el arco que mereces
Mas yo no he cometido todavía
Mi primer pecado existencial
De mí depende la muerte que mereces
Y haciendo yo de segundo
No estoy ni a tu pulso
Pero si no nos despediremos de nadie
De nuestra memoria no se irá nadie*
Y aunque nunca hayas soltado palabra
O bajaran los decibelios de
Nunca haya escuchado* tu voz
Qué voz tenías
tienes
tendrás en el poema
Si te ha dado por nacer de nuevo
Si el corazón te sirve de distracción
Si ya no te ahogas en segundos
Buen Ladrón, ¿qué ganas desilusionándote?
¿Qué ganas ilusionando al otro?
Tenemos la mala costumbre
De no decirnos adiós
Pero Sancho
¿Me seguirás pensando cuando ya no sea humano?
¿Cuando ya no me arrastre en puntillas…
Cruce de mala gana las grebas?
¿Cuando estemos todos sentados
En la mesa el almuerzo esperando
Y yo esté un poco más arriba sentado
Mal sentado* que todos ustedes brindando?
Oh, Saturno encinta
¿Me seguirás pensando
Si es que a la mitad de mi muerte
Te estoy ya olvidando?
Y bien sé que ante todo están los iguales
Que los opuestos están en buenas manos
De caberme en la gloria
Me caben todos
Y doblemente me ordeñan
Porque el pulmón también recuerda
Mas no abuses de la crisoprasa
Del heliotropo cantor
Que se le cayó al arcángel
Aquella vez que te le dirigiste en alegato mío
Diciendo que tenías más noches que la Luna
Que no eras ni de arriba
Ni de abajo
Que no gozabas del denominador común
Y que era cosa tuya
Todo lo que ataras o desataras del Cielo
Y le mentiste sobre la Caja gimiendo:
“¡Voy a por el higo…
En realidad
No deseamos tanta vida!”

4 Me gusta