A diosas de primavera
jamás yo les cedo el paso,
es un decir, por si acaso
me chafan la vida entera.
Que reflexionar quisiera
antes de comprometerme,
si querer no quiero verme
en cualquier atolladero,
sin amor y sin dinero
con los que a diario valerme.
Si con versos seductores
me quieren llevar al huerto
y pensando que soy tuerto
me regalan lindas flores.
Pues ese tipo de amores
hoy dejan de estar de moda
que quien sólo quiere boda
por la pasta y la cartera,
cuando un mal presagio espera
a quien así se acomoda.
Tanto que bajo el colchón
escondo yo aún los sueños
los que pudiendo ser empeños
me levantan la pasión.
Pues me quitan la razón
delante de la belleza
cuando sin delicadeza
me machacan las entrañas,
si con las peores mañas
me dejan ya de una pieza.