Bajo un balcón
de florecitas ahorcadas,
árboles en silencio
y mareas a la baja,
de una huella a otra
en la noche inundada
y los extremos desatados
en el cuerpo,
bajando un peldaño
tras otro
con las rodillas en las manos
y los pies quebrados,
un nervio de amapola existe
inevitable
a la vuelta de cada esquina
oscura y quieta.
Hay días que no late ni la calle.
Me gusto mucho tu poema , Tali. Un saludo, poeta. 
El pie de foto es suculento. Me quedo con tu antes y después! Me ha encantado. Abrazo muy sentido, Tali. 
Tierno poema,
Hola Tali.
Me ha gustado mucho.
Estupenda lectura compañera.
Saludos
Mucjos sentimientos abrazados entre si. " among themselves "Una preciosidad .
Gracias, Eve, muy amable 
ji 
Gracias, preciosa 
te parece? jo, muchas gracias por esa ternura que me describes
Un honor compartirla, Marcos, y poder leerte
And in between us all… gracias, José
Bellísimo y tan tan triste.
. Un abrazo.
Lleva días saliendo, aún no sé qué hay detrás… veremos. Gracias, Isra
Algún poema bonito, seguro. Un abrazo! Gracias por nada!
Rotundo, profundo y hermoso comienzo.
Tremendamente hermoso este arranque…
Pero el final no se queda atrás…
Todo un pulso a la vida…
Besitos, Tali!
Ese nervio de amapola tirará hacia arriba y romperá la oscuridad.
Una maravilla de versos, querida Marta 
Quizá me quedó un poco exagerado, pero al fin y al cabo yo también lo soy…ji… gracias, Horten, siempre me dejas bonita 
María, preciosa, gracias por tu lectura como pulso a la vida…gracias!
Las amapolas silvestres, libres y preciosas…ji…el nervio es nuestro… y tira fuerte