PRESENCIA DE LA AMADA
Aquí,
conmigo mismo, en mí mismo,
en el sitio exclusivo de mi esencia;
en el lugar donde yo mismo me encuentro
cuando los días felices se disgregan.
Aquí, pero también en el cine y en la calle,
como en el muro y en la alcoba
y en las cosas bellas de este mundo.
Aquí, en mi mismo,
y, allá… Allá casi distante,
pero siempre en mi mismo,
y en las palabras del amigo
y en las canciones de la radio
y en mi pecho palpitante.
Aquí y allá… Y en todas partes
donde puedan estar las rosas de la tierra,
en todas partes estoy con tu presencia.
Tu presencia se esparce por el tiempo
tu presencia reside en mi conciencia.
Tú vives en todas las partes de mi cuerpo
y vives además… En todas las partes de la tierra.
KIN MEJIA OSPINA. En uno de tantos inviernos del 85
Me encanta ese sinsentido circular del partir y volver a uno mismo en el lirismo de los versos… un recurso que encuentro que usaba magistralmente Octavio Paz.
Metáforas profundas en todo tu poema estimado Kin.
Excelente poema escrito en primera persona, que no es fácil componer. Un gusto leerte, poeta.
“Tu presencia se esparce por el tiempo
tu presencia reside en mi conciencia.
Tú vives en todas las partes de mi cuerpo
y vives además… En todas las partes de la tierra.”