Somos presas indefensas, nadando en aguas de una Sociedad milenariamente contaminada, por los sesgos del poder y sus manos serviles.
Desde sus lujosas cadenas de fábulas envuelven y esparcen sagazmente la soberbia dictadura, su arrogante linaje sus antídotos y venenos.
En los bosques hay hongos venenosos ¡no los recojan!
En el mar hay peces venenosos ¡no los pesquen!
En la civilización de hoy están los depredadores más venenosos y feroces:
El separatismo
el individualismo
el fascismo
el globalismo
el socialismo
el racismo
la democracia
y los prejuicios.
¡No nos arrodillemos!
Somos presas indefensas, nadando en aguas de una Sociedad milenariamente contaminada, por los sesgos del poder y sus manos serviles que usan ignominiosamente su alienante veneno capturando sus presas, culturalmente adiestradas por siglos.
Por designios y mandatos crearon sendas oscuras para que el hombre caminara adoctrinado.
Camina el hombre, por las veredas oscuras de llanto anegado.
Camina el hombre, ciego sin luz ni paz interior.
Camina sin reivindicaciones, sin proclamas, sin puentes que cruzar.
Somos presas distraídas de los tentáculos de la tiranía Mundial, del impertérrito Mercado Caníbal del hombre sin prejuicios que devora como presas indefensas, la ecuanimidad y la entereza de los hombres subyugados que como capturas fáciles, engullen desde las orillas de su mar de infamias.