El horizonte sonríe con una hilera de pelícanos y el mar con sus blancos dientes entrega una carcajada de olas, entre unos labios de arena y cielo.
El sol somnoliento parpadea nubes mientras lanza su vaho de colores en el postrero bostezo de luces.
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Qué bella prosa, toda una postal.
Ahh que bello y metafórico, toda una preciosa postal, poeta!!!
Muchas gracias!