Posible exageración

Blanca como la nieve
te cuelas en mi cabeza
sin que yo te lo niegue.

Luego, con toda certeza,
entiendo que este cariño me ciega,
como si fuese
dulce licor de cereza.

Y sé que tal vez exagere un poco,
o puede que exagere un mucho.
Y puede que me esté volviendo loco
o que te adore como un chucho.

Pero lo que sí que sé, querida, es que a tus pies me postro.

3 Me gusta

Está divertido tu poema.
Saludos