Por vocación

Por vocación el honesto se achica
y su orgullo a propósito se calla,
sabiendo que si tira la toalla
sus pésimos augurios certifica.

Pudiera ser que la panza le pica
y fácil de gazuza se desmaya,
si acaso por no dar siempre la talla
su propia incompetencia le salpica.

Creer no logro que venido a menos
el ser humano su autoestima pierda
al verse por el medio desahuciado.

Pensar pretendo que los sabios buenos
sin esfuerzo tirando de la cuerda
rompiendo están las riendas del Estado.

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