—¿Por qué a mí?—

El corazón de ella se enfrió.
Las remembranzas quedaron
en el olvido.
Junto al olvido, allí quedé.
Mi nombre se esfumó como
fantasma en la noche y,
las caricias esculpidas sobre
su cuerpo perdieron el molde.
No es su culpa.
Tampoco mía.
El primer poeta así lo recitó
en una noche de versos tristes,
o tal vez, de santa salvación.
Le pido al tiempo
instantes y momentos.
Le pido a la lluvia
un rocío de agua viva.
Le pido al viento
voces que susurren la verdad.
Le pido al fuego
calor en los corazones de piedra.

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Profundos versos para un excelente poema​:clap::clap:

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Gran comienzo para un excelente poema. Felicidades :clap: :clap: :clap: :clap:

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Hola estimada Sinmi, aprecio la lectura y la valoración :pray:

¡Un abrazo!

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Gracias estimado Miguel :pray:

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Me gustó de principio a final…

Saludos

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Buen día compañero Pedro, muchas gracias por su valoración :pray:

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