Hartos ya de contar muertos
hay quienes bien que se forran,
por más que del mapa borran
siempre a los menos despiertos.
Pues si los datos son ciertos
ricos no muere ninguno,
aunque suene inoportuno
en estos versos la cita,
que basta que lo repita
todo el pueblo uno por uno.
Que del follón inocentes
los sumisos van cayendo,
quien sabe si en Dios creyendo
por falta de referentes.
No será que indiferentes
en héroes se conviertan,
porque el peligro no adviertan
encima de sus cabezas,
víctimas de sus torpezas
cuya admiración despiertan.