Poesías del alumno melancólico

Decidí dar una oportunidad durante el infortunio de los deberes al tiempo perdido para redactar mil palabras derramadas en el cuaderno.

Miraba las esquinas del aula donde guardan algún secreto o deseo, mi niñez.

Mis rosadas manos llenas de tinta y delicadezas que saboree al terminar los relatos.

¿Disfrutar de las desgracias?

¿Afrontar los sueños?

Melancolía, melancolía.

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