Lírico.
¡Me siento vacío sin tu mirada!
Sin sentir tus frecuentes maldiciones.
Me llenas, luego me dejas sin nada.
Yo te describo en mis tristes canciones,
y enciendo estrellas muertas en tu nombre
para revivir en tus emociones.
Pero en tu vida, no tengo renombre,
soy una firma sin el fundamento
de la validez, un simple pronombre.
Soy como una huella seca en el cemento
de una banqueta nunca recorrida,
soy lo que omitiste en aquel fragmento
de poesía nueva y resentida,
tu poesía arrojada al abismo
de mi existencia llana y confundida.
El vacío crece con el sofismo
cambiante de tu desnudez intacta,
y yo permanezco aquí, donde mismo,
sin elevación, y como se impacta
mi creador, por asnada tragedia,
y al mirarte, sonriente se retracta.
Tras el dolor, se oculta una comedia,
y una carcajada abre nuestra escena.
La locura, al instante, lo remedia.
Desde hoy, río por instinto, cual la hiena,
para olvidar, sin la intención de hacerlo,
y le agrego cianuro a nuestra cena.
Tu amor me mata y quiero aborrecerlo,
arrancarme el veneno de tu aroma,
y que inestable, creo merecerlo,
porque sin ti, mi mundo se desploma.
Jorge Martínez C.
Autor.
Imagen: Pinterest.