Poema para una noche de invierno

Cae la lluvia sobre la noche mustia
y en cada gota, pareciera sonar una campana
que invita a la plegaria en momentos serenos.
Es que la vida tiene el celestial silencio de la melancolía.
La lluvia arrecia golpeando y rompiendo los silencios;
se mojan los caminos y todos los senderos,
como se moja el alma cuando llega el olvido.

Avanza a pasos rápidos, aumenta sus goteos,
pareciera que danza sobre este corazón;
que solloza en la noche como niño perdido
y quiere expresar algo que nunca descifró.
La angustia ya se acerca y no llega el milagro.
¡No estás, no has regresado, no te veo llegar!
La lluvia va lavando los recuerdos amados
y una lágrima asoma… por ver si te olvidé.

LUCÍA
Der.Reservados

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