Podría definir
el olor exacto de tu nombre
el preciso instante
en que de ti, nació mi amor
el paisaje de aquel día
la voz interior que me llamó
Podría definir
el calor exacto de tu piel
el sabor encarnado en tus ciudades
el momento justo en que fui tuyo
aquel instante en que la carne se hizo agua
cuando el sudor corría ebrio por los cuerpos.
Podría definirte sin miedo a cada paso
porque no preciso mirarte, para verte
ni buscar tu rostro reflejado
en la luna blanca de la noche
pues aquel día fue ya, todos los días
y ya tu cielo azul, luce entero por mi alma.
