Sufro amiga porque no recuerdo
cómo era tu sonrisa,
al mirar atrás mi vida.
Los bordes de la memoria muerdo
tratando de rastrear
la cicatriz o herida.
Pero sólo encuentro calma.
Más cómo recobrar,
grumo a grumo los anhelos
que ayer me hacían vibrar,
como arpa sonora de emoción estremecida
o como corcel atado que no se puede librar.
La frescura de tus labios,
la sal y dulzor de tus pezones,
de todos tus rincones sus pociones.
Y cómo de nuevo calibrar
con tensiones filosas mis pasiones.
La oscuridad entumecida por el dolor de negativas.
El reverberar de las espumas de los premios.
Los duendes escondidos detrás de las locuras.
De todos los lugares donde fuimos amantes.
Cómo recuperar…
Quizás con algun genio u alquimia
Tal vez con champús o lociones….
Porque no hay que destapar.
¡no los encuentro!
¡Qué triste, mientras duró este pesadilla!
Y el despertar ¡qué bueno!
No necesito ir, para recordar…
más allá de mi frente.
Puedo ver con detalles cada encuentro
y puedo, si quiero en el presente,
quererte mucho más,
mucho más fuerte,
bien abrazado y bien pegado a tu cuerpo.
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