Transformar en un axioma
su cadencia vertiginosa
de respirar solo lo justo
para no volver a caer en el pozo
amargo y fangoso,
solitario y en penumbra,
siempre en penumbra.
Destapar ese tarro hermético
frágil,
que debe contener aromas
insospechados,
sinuosos y voluptuosos
que no llegan a la afrenta
pero golpean sin remisión.
Cubrir con un manto de indiferencia
todas las veces,
o al menos solo una,
en qué el silencio se hizo fuerte
en esa habitación en penumbra,
siempre en penumbra.
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Magnífico, Jose.
Me gusta mucho esa cadencia en los versos, esa penumbra que va cubriendo el poema desde el título hasta los versos finales.
Un aplauso
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La penumbra siempre está ahí, acechando(nos)…
Magnificos versos, Josele!
Abrazos, amigo, que tengas buena semana.
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Muchas gracias amiga. Lo escribí en penumbra. Saludos.
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Muchísimas gracias María, hay que alejarse de ella.
Besos y abrazos y que tengas una semana espectacular.
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La luz y la penumbra nos acompañan, solo hay que ver a qué lado de la balanza se inclina nuestra vida. Bellísimo poema. Feliz inicio de semana.
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Feliz inicio de semana para tí también. Eso es, muy bien resumido.
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Me gusta. . .
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Muchas gracias, me alegro. Saludos.
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Maravilla
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Muchas gracias Tali. Saludos
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