Ha pasado
un invierno,
dos otoños,
tres veranos,
cuatro primaveras
cargadas de silencio.
El reloj se paró
justo en la hora
más tenebrosa,
y la soledad
se filtró
hasta el alma
como una pregunta
sin respuesta.
Pero yo todavía
sigo
pensando
en ti.
©Alejandro P. Morales.
Pinterest.
Así es, compañero. Gracias por entrar y comentar. ¡Saludos!
El reloj se paró
justo en la hora
más tenebrosa,
y la soledad
se filtró
hasta el alma
como una pregunta
sin respuesta.
Este tipo de suspenso de intensidad en versos verdaderamente se aprecia querido Alejandro, y si hay amores que calan profundo.
Un saludo!
Muchas gracias por entrar y valorar, Victoria. ¡Saludos!
Mil gracias siempre, querido Muss. Me honra tu compañía. ¡Abrazo!
El final como bien se sabe queda hasta siempre de recuerdos, ese pensamientos abierto o muchas veces a escondidas asalta un corazón enamorado.
saludos @MorAlex7, Alejandro.
Qué maravilla de arranque amigo. Precioso poema.,
No hay barreras silenciosas ni muros tenebrosos que detengan el pensamiento que imana la imagen del ser amado
Sensual y romántico poema!
Saludos cordiales, Alex!
Que belleza de poema Alex, enhorabuena!
Saludos, Maria Mercedes
pasa un invierno
dos veranos
tres otoños
y cuatro primaveras
tiempo suficiente para tomarse
cinco o seis botellas
llorando lagrimas monumentales
y recitar mil poemas
de Alejandro Morales
Bravo!
El tiempo no los hace olvidar al amor. Muy bello. Abrazos.
El arranque con el tiempo figurativo estacional es buenísimo, mas me quedo con la estrofa citada!
Tremenda!
Buenísimo Mr. Alex !
Así es, compañera. El amor auténtico cuando cae siempre se levanta y lucha hasta el final. Mil gracias por tu lectura. ¡Saludos!
¡Oh, querido @ludico1964! Este lugar sería menos hermoso sin tu presencia, sin tu conocimiento y sin tus amables comentarios. Me alegra que hayas disfrutado de la lectura. ¡Abrazo grande!