El orígen es la visión januária
en donde…
hacia lado nos queda el penumbroso futuro;
y hacia el otro, la sepia enmoheciente del pasado
y allí estamos nosotros
como un parteaguas
en este punto.-
Chane García.
@ChaneGarcia.
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El orígen es la visión januária
en donde…
hacia lado nos queda el penumbroso futuro;
y hacia el otro, la sepia enmoheciente del pasado
y allí estamos nosotros
como un parteaguas
en este punto.-
Chane García.
@ChaneGarcia.
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muy bueno, aunque falte un tequila o dos para entenderlo en toda su magnitud
según dice mi buen amigo @anon91896161
je, je, je, je… Sí, te entiendo —me pasa igual. Los poemas que más me gustan son los que no entiendo—.
Si tú eres una hormiga recorriendo una circunferencia, cuando llegues al punto donde comenzaste… contradictoriamente terminas en el principio, por eso, allí donde está el principio —si te das la vuelta mirando hacia atras— simbióticamente también está el final. Esto lo simboliza muy bien el dios romano Jano —dios de los umbrales, las puertas y por ende de los finales y principios—. El Jamón bifronte es un dios con una cabeza con dos caras: la que mira hacia adelante contempla el porvenir; la que observa hacia atrás, el pasado. Justo allí donde está Jano, es el presente efímero, un parteaguas entre los dos extremos.
Algo así, de manera muy burda, es lo que trata el poema.
Saludos.
…
Sí, es cierto… ¡¡A mí me fascinan esas situaciones de la vida que son simbióticamente opuestas!! ¿Sabes?.. Tengo un poema que habla de una niña tersa que, tiene que atravesar un banco de fría niebla y al hacerlo, la gelidez de la neblina, le quema el rostro.
Hay una especie de cierta belleza maniática y alienante en lo cont unradictorio… en lo que se supone te es opuesto.
La poetisa venezolana Daniela Jaimes Borges tiene un poema bello donde dice que «los finales no existen»… Los poemas de ella me gustan porque tienen la típica belleza de lo incongruente, y en cierto sentido es lógico porque Daniela es una paciente psiquiátrico.
YO TE DIJE (a Josué)
Yo te dije
los finales no existen
y lloraste conmigo
pero tú sabes
yo no sé mentir
los finales son ciegos
se pierden en el humo, las madrugadas,
la lluvia, las invenciones, los pájaros en la ventana
de tu árbol
esta fuga
pero volviste a llorar
y entonces te pedí
camina conmigo.
Ahora lo sabes
seguimos donde hemos estado
detenidos apenas
los finales son ciegos
como no es el humo, ni las madrugadas
ni la lluvia, ni las invenciones, ni los pájaros
en tu ventana
esta meta
y yo empiezo a llorar
y tú caminas conmigo
y recordamos las fotos
con el mismo perfume.-
Daniela Jaimes Borges.