Parar el tiempo,
quisiéramos, sin duda,
algunas veces.
Cuando estás triste,
por motivos diversos,
sobre manera.
Cuando te inundan
las lágrimas saladas
del desconsuelo.
Y cuando vives,
instantes de locura
y de pasión.
Estoy seguro
que harías un descanso
en primavera.
Con los gorriones,
también con la figura
que tanto amaste.
Y con los ratos
vividos en el cole
de aquella infancia.
Pero el presente
no busca en el pasado
sino al futuro.
De todas formas,
detente, si tú quieres,
y sé feliz.
Rafael Sánchez Ortega ©
05/03/21