" Ahogarse no es tan lastimoso
como el intento de alzarse.
Tres veces, se comenta, un hombre que se hunde
sube arriba a enfrentarse con los cielos que se hunde
y entonces se hunde para siempre.
En esa aborrecida morada,
donde la esperanza y Él se alejan-
pues Él está asido por Dios.
El cordial semblante del Hacedor,
que sin embargo es bueno contemplar,
es evitado, debemos admitirlo,
como una adversidad."
1718, Emily Dickinson**.**
Tengo miedo.
Tengo miedo a vivir,
al pasado y al futuro.
a pensar,
mas también me aterra dormir.
Tengo miedo a caminar en línea recta.
Tengo pánico al querer y al sufrir.
Tengo pavor a que mis palabras alteren el pulso del tiempo que nos separa.
¿ Cuándo cesará el latir de mis miedos?
Yo los alimento;
sueño sufrimientos;
es mi actuación, el papel que me he otorgado en el teatro de la vida.
La luna y su frenesí
sólo mendigan, sin pedirlo, un poco de afecto.
Lorca; no puedo seguir enamorándome del aire,
flamean las vidas que creo que habitan en mí,
ayer gané una pequeña apuesta sin saber a que jugué.
Empiezo
[ otra vez ]
a sentirme un vegetal y absolutamente vacío.
- Imagen extraída de la película “Las Horas”( 2002) de Stephen Daldry.