Papeles invertidos
No me concernía
ser bastión
de tus pesadas congojas,
de tu llanto,
de tus inmensos avatares,
era pequeña,
¿lo sabes?
No me concernía
callar y tragar infiernos,
mundos ajenos
que sin querer asumía,
y me dolía,
era pureza e infancia,
reconvertida en artería.
Enconados complejos,
asfixiantes presiones,
conflictos no resueltos
inundaban tiernos sentimientos,
no era correcto,
era pequeña,
¿lo sabes?
Reír, jugar,
cantar, volar,
libre de pesadas cruces,
mi sueño pertinaz,
ansias resueltas
en impotentes
indefectibles obligaciones
impuestas por un destino
ajeno, no mío,
era pequeña,
¿lo sabes?
Consciente soy
de que el dolor te superaba
y ese dulce caramelo
abrumador,
inabarcable,
a mi me regalabas,
y agradecías
que lo chupara,
fui grande cuando era niña,
demasiado grande,
ahora reclamo una comba
que no salté
y la tragaron las sombras.
Enfundada en el olvido
no recuerdas lo que fui,
no importa,
pasé la oscura página
sin recoger
las flores que te quedaste,
acumulaste
pegaste en tu falaz lámina.
Soy quien soy
por lo que fui,
sin esas flores lejanas
mi corazón se ensanchó,
a ritmo de soledad,
comida de barro seco
y pócimas repugnantes,
con espinas en el alma
marché adelante.
Crecí,
necesité,
un apoyo que no encontré,
ahora me apoyan mis pies…
bien se que me desoyes,
a mi tampoco me importa,
todo aquello
ya fue,
era pequeña,
¿lo sabes?
Checha, 9 de abril de 2021
Imagen: psicologíamadrid
